lunes, 27 de septiembre de 2010

Mentiras y verdades sobre el cerebro,1ra Parte



Sandra Aamodt y Sam Wang, neurólogos norteamericanos, se dedicaron a investigar las falsas creencias existentes acerca del órgano más fascinante de nuestro cuerpo, publicando los resultados en el libro "Entra en tu cerebro". A continuación, algunas de las mentiras más divulgadas en todo el mundo con respecto a este importante instrumento del sistema nervioso. Posteriormente, en una segunda entrega publicaremos 40 verdades acerca de la mal llamada "maquina de pensar", dilucidadas por estos dos científicos.

Sandra Aamodt se graduó en la Universidad de Rochester, obtuvo un Phd. en neurociencias en la Universidad de Yale, y fue editora jefe de la revista Nature Neuroscience. Samuel Wang es profesor asociado de biología molecular y neurociencia en la Universidad de Princeton; posee un doctorado en neurociencia de la Universidad de Stanford, California, y entre otras cosas, desarrolló un nuevo método para entender los sondeos previos a las elecciones presidenciales.

10 MENTIRAS

1. Tomar alcohol no destruye las neuronas, pero beber en exceso a lo largo de toda la vida hace que el cerebro se haga más pequeño, más, esto puede revertirse. Incluso, investigadores han descubierto que tomar dos vasos semanales de vino tinto o hasta tres copas diarias minimiza la posibilidad de derrames cerebrales.

2. La hipnosis no quita la amnesia ni tampoco un fuerte golpe en la cabeza, con respecto a la neurocirugía ha sucedido el que produzca la pérdida de la memoria.

3. El hemisferio izquierdo no es el lado "racional". En esta zona se ubican los centros del habla, el reconocimiento de la escritura, los números, las matemáticas y la lógica, sin embargo ello no significa que sea el lugar que se ocupa de la razón. El cerebro si no le encuentra sentido a algo, inventa una explicación aceptable.

4. Las mujeres no tienen estados de ánimos más inestables que el de los hombres. Ambos géneros tienen la tendencia a acordarse mucho más de los cambios emocionales de ellas.

5. El cerebro no es como una computadora. Tiene funciones que han progresado por selección natural a través de millones de años, y las mismas se originaron con una finalidad en particular para después adecuarse a otros fines, incluso el cerebro puede funcionar bien aún teniendo un daño cerebral, en cambio una computadora es hecha para un fin y si se daña.. deberás ir a una tienda o buscarte a un técnico.

6. Los ciegos no tienen mejor oído que las personas videntes, lo que sí poseen es una destacada memoria, ya sea en el lenguaje o para ubicar sonidos débiles. Estas aptitudes les sirven como ayuda para distinguir lo que hay a su alrededor.

7. Si un bebé escucha a Mozart no se vuelve más inteligente. Tal afirmación es una ficción emanada de un estudio hecho por universitarios, quienes se percataron que Mozart genera un efecto de mayor atención de sólo media hora. Aprender a tocar un instrumento musical sí incrementa la inteligencia espacial.

8. Las vacunas no producen autismo. Cuando se eliminó el ingrediente de aquellas vacunas que se pensaba producían este síndrome, no bajaron los índices de autismo en los países donde se efectuaron los cambios en las vacunas.

9. Los pliegues del cerebro no tiene nada que ver con la inteligencia, están vinculados con el tamaño del cerebro. No existe un centro del cerebro donde resida eso que llamamos inteligencia.

10. No usamos sólo el 10% del cerebro. Tal afirmación surgió en EE. UU. con Dale Carneige, un escritor de libros de autoayuda que no tenía nada de científico. Semejante dislate se debió a que Carneige refirió erróneamente un fragmento del psicólogo William James, el cual dijo que tan sólo empleamos una pequeña porción dentro de la gran capacidad poseída por el cerebro. Esta mentira es la más extendida en el mundo. “De ser así, al remover un 90%, no deberíamos observar cambios. Es decir, funcionaríamos con 140 gramos de cerebro, casi como el de una oveja”, explica Facundo Manes, director del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro.



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