lunes, 11 de abril de 2011

Las crónicas de Ulloa

No soy de los más antiguos que a las Indias pasaron. Mi nombre es Ulloa e ha mucho tiempo que estoy acá. Embarqué a destas tierras de árboles muy verdes e temperamento suavísimo hasta llegar hacia la parte del valle de los toromaynas, ciudad fundada como Santiago de León de Caracas. Mi corazón, obligado a la aventura, puso empeño en fisgar con propios ojos, las meravillas del Nuevo Mundo e más que del oro, encontré muchas juglarías para contarle, a cambio de recebir los favores que pretendo de vuesarced.

Un viejo soldado del Conquistador Losada llamado López me dixo, que en llegando con tropas al Valle de la Sierra Grande Guararia Repano, acamparon en riberas del Catuche por miedo a indios envenenadores de ríos. Yendo a buscar desta agua, él i un jinete que mientan Martínez el castizo, encantados con guacamayos i dementes monos araguatos e persiguiéndolos, fueron dar lejos de sus compañeros.

Guacamayas al vuelo, pintada por José Moreno. Imagen tomada de arte-i.


Al otro lado de la aguada detrás de un montecillo, tres toromaynas de recios i fornidos cuerpos e una hembra dentrambos, yban sin descubrir a los fijodalgos. El primer día dencontrados cada quisque quedaron quietos, e todos vidos a los ojos; los indios atentos a disparos e los jinetes a flechas alevosas. Los xripstianos non fizieron cosa querellosa contra dellos al dar la cuenta que los infieles eran más curiosos que fieros e con sonrisas dulcísimas como frutos del valle, los nativos lograron provecho de los caballeros. La indiana, desnuda en pecho ojeó templada a los xripstianos, pero a Martínez enclavó con ojos negros igual a noches graves e lindas de Guararia.

India, de Pedro Centeno Vallenilla (Venezuela). Tomada de Grascimanía

Sin moverse, largo tiempo pasó desto, miránse unos i otros, entonces los indios comenzaron facer a ellos gestos. Con mano cóncava una, e la otra hacía de sacar hacia arriba algo desta, después señalan la aguada i tócanse el hombro. Los soldados entendieron en primeras, aviso de no tomar líquido por ser envenenado, más fue l’alma del castizo lo emponzoñado. A poco pensar supieron las señas desa raza, querían yevarse aguas en grandes vasijas a lados arribeños de Guararia, dizque montaña sacra. Ansí, al querto día de semana por un mes, Martínez tuvo nescessidad de aquestos seres en la ribera, i mucho caminaba para encontrarlos i mirarse quietos un rato, luego los indianos hacían mesmos gestos i con el río en hombros marchabanse. Un día, más cerca dellos, el castizo diose cuenta que la india non facia gesto igual que en primeras veces; la toromayna, después de encuencar su mano e simular recoger algo del fondo de su palma con los dedos, en vez de apuntar al río señaló los ojos del, en vez de tocar su hombro tocóse los labios della.

Martínez, cogido en fuegos enantes ausentes vido a Gauraria Repano e corrió trastornado en mientes con la hembra, e perdido muy adentro de la sierra prendió la lengua desta moza e fizola suya. Non sabía que destos hijos nacería en el valle raza nueva de ojos garzos e morena.

..nunca jamás súpose dellos…



Guararia Repano o montaña El Avila, en Caracas, Venezuela. Imagen tomada de runrun.es

El gobernador Don Juan de Pimentel asegura que Santiago de león de Caracas está fundada en una comarca que se llama Toromaynas, porque los naturales que en ella viven se llaman así y dicen que en tiempos pasados, según se ha podido averiguar, vinieron de otra comarca, donde ellos eran naturales, que se llamaba Toromayna, y éste nombre es propio de un pájaro que en su canto parece que dice mayma, y el nombre general de estos pájaros es toro, y es como si dijesen: pájaro que canta mayma

El conquistador Gabriel del Avila que por tener encomienda en la sierra Guararia Repano le quitará el nombre indiano de Guararia Repano para darle el suyo propio 'del Avila'



* Las crónicas de Ulloa, Amerindia Castro © todos los derechos reservados.

Este relato fue un intento de reunir en una sola página formas de enunciación
del español antiguo que en lo real tardaron siglos.


Tomado de Historia del idioma español, en Wikipedia


(ver otros escritos de Amerindia Castro aquí y aquí)

El origen de "echar un polvo"


Esta expresión viene de España durante los locos años 20, cuando el hedonismo recorría los salones españoles y el vicio de inhalar polvo de tabaco (el rapé) se había instalado en las narices masculinas
. Los caballeros que se consideraban elegantes siempre llevaban consigo una linda cajita donde había rapé, y las intercambiaban como signo de cortesía "¿quieres echar un polvo?", más, como era considerado de mala educación inhalar el polvo delante de las señoras inhalasen el polvo, los hombres salían del salón con la excusa de echar un polvo. Pero no todo el tiempo salir para echar un polvo significaba ausentarse para meterse rapé por la naríz , lo que se quería decir era retirarse para tener un encuentro con alguna damisela en las habitaciones altas de las casas de “buena familia”. Así que decir “Voy a echar un polvo” e irse, era desaparecer entre los cuartos a fin de encontrarse con la amante de turno y tener un rápido encuentro sexual…..

link: el pito doble

Imagen sin nombre rescatada de uno de mis antiguos discos duros



Los primeros polvos:

Un joven preocupado tras su primera experiencia sexual, decide ir al médico a explicarle su situación:
- Mire , Doctor, tengo un problema grave ….
- Explíqueme de que se trata
- Puess, es que el otro día tuve mi primera experiencia y al llegar al orgasmo eché un liquido blanco, viscoso……………
- Y ¿Cuál es el problema? ¿Qué esperaba ud. echar?
- ¡Joder! . ¡Pues polvos, como todo el mundo!

Las hiperfotos de Jean Francois Rauzier

El artista Jean Francois Rauzier inventó en el 2002 la técnica de enormes fotos panorámicas en alta resoluciuón por las que puedes desplazarte con el mouse acercándote para apoder preciar detalles en la imagen pero.. no son de verdad, son fotomontajes o falsas repeticiones de los mismos sitios y 'retoques' para conectar unas imágenes con otras. Este fotógrafo ha llevado su técnica a tales niveles que nos engaña con su asombrosa maestría

Verla aquí


Uno de tantos detalles de la hiperfoto: en el centro, Lee Harvey Oswald al ser apresado y detrás de él, Jhon F Keneddy.

En este otro detalle se aprecia a Osama Bin Laden.

El león de Slott Gripsholm

Si trabajas en una comisión taxidermista y no estás familiarizado con la especie que te han encargado disecar puedes buscarte problemas. En 1731 le regalaron un león al rey Federico I de Suecia y al morir el animal (el león no el rey), su piel y huesos le fueron entregados a un taxidermista que jamás había visto semejante bestia. Como no sabía de qué se trataba, en lugar de presentarle al rey de la selva le entregó una caricatura del rey de las bestias.


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