jueves, 8 de septiembre de 2011

Swing dance o Lindy Hope con Max y Thomas

Tenía guardado en mi Pc a este par desde hace varios años, y ya era hora de sacarlos de nuevo a bailar. Se llaman Max Pitruzella y Thomas Blacharz y bailan swing dance, un estilo de baile que surgió para acompañar a la música Swing originado en el sur de los Estados Unidos en las primeras décadas del siglo XX, cuando bailarines improvisaban pasos sobre los acordes del piano de los estilos musicales ragtime, jazz y dixieland.

Los afro-americanos, sobretodo en Nueva Orleans, Chicago y Nueva York, se dieron a la tarea de inventar una forma de música que era una síntesis del jazz, el Ragtime y el Charlestón. El baile que resultó de toda esta unión de ritmos fue conocida como Lindy Hop. Max y Thomas lo hacen tan pero tan bien que quin los ve se desliza con ellas hasta la sonrisa. Puedes encontrarlos junto a otros bailarines de este género en la página ninjammerz.

De principio a fin siempre contigo

"Aumenta la infelicidad: ya se venden más antidepresivos que aspirinas"

Foto tomada de the red kitchen

A la mayoría de la gente nunca le ha gustado volver al trabajo después de unas vacaciones. Es normal que nos fastidie volver a la rutina esclavizante en lugar de disfrutar a nuestro antojo y sin
la mirada de nuestro jefe esclavista. Sin embargo nadie se ha muerto por tener que regresar a laborar luego de unas merecidas vacaciones. Yo, la del Club de Las Neuronas Muertas, no cree en el tal Síndrome postvacacional. Sin embargo, vale la pena leer esta entrevista por aquella mala costumbre de amargarse la vida.



El psicólogo Rafael Santandreu (Barcelona, 1969) asegura que no hay que preocuparse en exceso si el desánimo se instala en nosotros tras las vacaciones, aunque señala que hay que estar vigilante porque el malestar es “normal” pero no debe durar más de dos semanas. El psicólogo defiende en El arte de no amargarse la vida (Onirio) que es posible un cambio de chip para tomarse el día a día sin tantos dramatismos y asumiendo que la vida está llena de etapas que hay que experimentar mirando hacia el futuro.


¿Qué es el síndrome postvacacional?

Es un trastorno adaptativo de un periodo al otro. Es algo normal cuando se cambia la rutina. También hay gente que se estresa a la hora de iniciar las vacaciones…

Y ¿cuánto dura este trastorno?

Si estás muy fuerte a nivel emocional esa pequeña adaptación debe durar dos días. Si tu nivel de estabilidad es medio, puede durar una semana. Y si dura más es que no estás muy fuerte a nivel emocional

¿Cómo consigue uno no amargarse la vida cuando se acaban las vacaciones?

Lo primero es darse cuenta que es normal que se produzca una pequeña crisis adaptativa ante cualquier cambio. No hay que asustarse por eso…

Dénos algún consejo para superarlo más fácilmente.

Algo que puede ayudar es proyectar nuevamente el futuro. Pensar que aunque regreses de vacaciones, dentro de nada hay otras en Navidad. O programar proyectos de invierno. ¡No te pares, sigue proyectando! Si proyectas un futuro mejor, eso también influirá en tus emociones.

¿Algún consejo más?

Durante la primera semana después de regresar de las vacaciones hay que darse gratificaciones para que el cambio no sea tan abrupto.

¿Por ejemplo?

Quedar con amigos, ir al cine, el primer fin de semana irse a la montaña de excursión, salir entre semana a cenar…Y, si se puede, no meterse todo el trabajo durante la primera semana. Hay que hacer un escaloncito más suave.

¿El síndrome postvacacional va en aumento?

Ahora hay un poco menos porque el tema laboral está peor: la gente que se queja de la vuelta al trabajo ahora lo hace menos…

En su libro dice que es posible hacer un cambio de chip en la vida para ser más feliz ¿cuál es el primer paso?

Lo primero y más importante es darse cuenta de cómo uno se amarga la vida, de cómo se hace daño a nivel emocional. De hecho deprimirse o estresarse cuesta mucho trabajo personal, no es fácil. Se consigue tras mucho esfuerzo.

¿Si una persona lleva toda la vida amargada puede cambiar?

Sí. He tenido pacientes de más de 75 años que han cambiado. Y no es tan difícil de hacer en realidad. Requiere un esfuerzo pero no es tan difícil.

Con el panorama actual… ¿No es más complicado ahora no amargarse la vida?

No. Es igual de complicado. Ahora la gente terribiliza un poco más, pero no mucho más. Hace 10 años, cuando no había paro, la gente también terribilizaba.

Siempre hay motivos para amargarse…

Absolutamente. Pero en realidad no los tenemos... Hay paro pero ¡aquí no se muere nadie de hambre!

En el libro habla de la zona gris de la existencia en referencia a la gente que está amargada o apagada ¿Cada vez hay más gente que vive en gris?

¡Y tanto! Los antidepresivos y los ansiolíticos son ya los medicamentos más vendidos por encima de los que controlan la tensión arterial o de las aspirinas. Esto hace 20 años no era así. Y este es un indicativo claro de que está aumentando la infelicidad. El índice de suicidios sube y todas las estadísticas de salud mental van para abajo.

¿Somos más exigentes?

Sí. Con nosotros mismos, con los demás y con la realidad.

También hay quien lo ve todo de color de rosa ¿eso es bueno?

Hay muy pocos de esos. Verlo todo de color de rosa dura dos días… No es bueno tomar las adversidades más jodidas como buenas pero realmente hay muy pocas adversidades en esta vida que sean realmente jodidas, casi no hay…


Que te mueras no es jodido, es normal.

Hombre, depende de a qué edad ¿no?

No, es normal. Incluso si te mueres con 40 años. En otras sociedades y en otros momentos de la vida la gente ha aceptado mucho mejor la muerte. Lo que pasa es que hoy es casi una exigencia vivir a los 80 años.

Pero desde el punto de vista de relaciones personales es estupendo que la gente viva mucho…
No. Si vas a aguantar a tus padres con alzheimer durante 20 años seguro que va a ser un coñazo porque es muy antinatural.


Cumplir años es natural y a la gente la coge un trauma por envejecer: la crisis de los 40, la jubilación… Son crisis que nos entran por no aceptar cosas que son de puta madre. ¡Sería insoportable tener 20 años siempre!

¿Cuál es el primer paso para convertir a un cascarrabias alguien positivo?

Primero tiene que darse cuenta de este diálogo interno y luego hay que hacer un trabajo muy intenso personal para corregir su visión de las cosas. Y es una terapia que se hace cada día. Es como estudiar inglés. Hay que practicar y practicar sobre nuevas maneras de pensar. Sin mucho esfuerzo no se cambia.

¿Qué tipo de problema psicológico es más difícil de encauzar?

(Piensa)… Uno de los casos más complicados de trabajar es el de las anoréxicas porque tienen un coco muy difícil de cambiar, tienen una mentalidad muy cerrada en sus neuras. Las personas con la necesidad de destacar son los más difíciles de encarrilar.

¿Y el más sencillo?

Hay un tema que es fácil de cambiar y que está muy extendido que es la familia de neuras relacionadas con el hiperromanticismo.

¿¡Qué es eso!?

Se podría definir como creer que necesitas una pareja para ser feliz. Esto trae muchos problemas porque la gente viene destrozada y no quiere comer ni vivir e incluso algunos se quieren suicidar. Y es fácil de cambiar porque la creencia irracional que está en la base del trastorno es “creo que necesito a tal persona para tener una vida buena”. Y nadie necesita a nadie para tener una vida buena.

¿Tienen muchos casos de estos?

Son una buena parte de las consultas.

¿Hay más hombres que mujeres en el diván?

La neura invade por igual. Pero las mujeres se dejan ayudar más, están más abiertas al aprendizaje de emociones.

En el libro pone el ejemplo del fotógrafo Robert Capa como modelo a seguir por su actitud ante la vida. Diga otros nombres.

Stephen Hawking y Christopher Reeve. Tienen o han tenido vidas muy buenas porque cuidan mucho su sistema de valores. Solo necesitan la comida y la bebida del día, a partir de ahí pueden estar bien. No necesitan, por ejemplo, una salud completa para poder hacer cosas. Las van a hacer igual y van a tener una vida increíble aunque cueste más esfuerzo. Y esa atención que le prestan a su diálogo interno les hace muy fuertes.

¿Y algún mal ejemplo?

Michael Jackson. Era el rey del pop y el rey de la infelicidad. Lo tenía todo pero nunca era suficiente.

Aunque socialmente reconocemos como buenos modelos a Hawking tendemos a imitar el segundo ejemplo…

Porque hay una influencia social hacia la necisititis. Hay una tendencia general a exigirnos éxito y felicidad. Un símbolo de que estamos muy locos es el Libro de los récords. ¿Por qué hay que conseguir cosas que otros no hacen? ¡Es de locos! ¿¡Qué persona en su sano juicio se está 15 horas tocando el piano!?


Seguramente todos los grandes héroes de la humanidad eran gente que estaba mal de la cabeza.

Los psicólogos deben sentir que luchan a contra corriente…

Sí… La sociedad impone una serie de modelos que nosotros rechazamos. Pero cada vez hay más personas, entre ellos economistas, que apuestan por el decrecimiento y otro tipo de pensamiento que cada se ven más necesarios.

Dice que es posible un cambio de chip personal, pero el cambio global parece más complicado ¿no?


Yo creo que no sucederá. Y entonces si habrá crisis planetaria total.

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