Un hombre protesta contra las 'fábricas de píldoras' en Fort Lauderdale. Las 'fábricas de píldora' es el nombre que reciben los consultorios o clínicas del dolor que causan miles de muertes por sobredosis. En Florida está el 98% de los médicos que prescriben la oxicodona. Los estadounidenses viajan desde muy lejos para conseguir la droga - muchos llegan en Express oxicodona.Fotografía: Alan Diaz / AP
El número de placa de Kentucky del camión pick-up de Chad, estacionado en la parte de atrás de un consultorio médico en Palm Beach, Florida revela que él acaba de manejar mil y tantos kilómetros, por 16 horas, incluida la noche, para estar aquí - y él no ha venido por el surf .
"Es mi espalda", dice, frotándose las vértebras inferiores."Soy un constructor. Me caí del techo y me dolía la espalda."
Esto es extraño, lo hemos visto correr fuera de la clínica y entrar a su camión, sin ni siquiera una leve cojera. Él lleva en su mano una receta para 180 dosis de 30 mg del analgésico oxicodona.
Foto de Stephen Lewis para The Time
Chad es uno de los miles de "pillbillies" (término relacionado con adictos y traficantes de pastillas) que bajan a la Florida cada año a través de la costa sur y este de Estados Unidos. Algunos vienen en camiones con placas que indican números de Kentucky, Georgia, Tennessee, y hasta la lejana Ohio. Otros vienen en autobús lleno llamado con el apócrifo 'Express oxicodona'.
Es un comercio lucrativo. Chad nos dice que acaba de pagar $ 275 (£ 168) al médico de la clínica, o "molino de píldora", como se le llama peyorativamente. El médico puede ver hasta 100 personas en una sesión, y puede hacer más de $ 25,000 en efectivo en un día.
Para Chad los beneficios son también considerables. Él va a gastar $ 720 en una farmacia para obtener 180 pastillas, dando en total un desembolso de unos 1.000 dólares. De vuelta en Kentucky, puede vender cada pastilla por 30 dólares, dándole un valor en la calle de $ 5,400 en la reventa que para Chad es un beneficio neto de más de $ 4.000. Si se va a 10 'molinos de píldora' en Palm Beach, en este viaje él podría multiplicar su ganancia por diez. Pero luego está el otro costo del tráfico de oxicodona, un costo del que no se habla a menudo, y no ciertamente por Chad o su médico complaciente.
Sarah Shay murió en el 2006 a los 19 años de edad, debido a una sobredosis por medicamentos recetados. Foto tomada de BBC News
Todos los días en Florida siete personas mueren por sobredosis con 'drogas de prescripción'; 2531 personas murieron en el año 2009. Las estadísticas se multiplican en todos los EE.UU., donde casi 30.000 personas murieron el año pasado por abuso de píldoras farmacéuticas.
La Casa Blanca dijo el mes pasado que el abuso por 'drogas de prescripción' se había convertido en un rápido y creciente problema de drogas en Estados Unidos.
Se declaró como una "crisis alarmante de salud pública", y señaló que la gente se moría accidentalmente por sobredosis de analgésicos a un ritmo que supera la epidemia de crack de la década de 1980 y la epidemia de heroína de la década de 1970, combinados.
En el corazón de la catástrofe está el analgésico altamenbte adictivo oxicodona, que viene en varias marcas -OxyContin, Percocet y Roxicodone. Es una terapia legal para aquellos que sufren de fuertes dolores, pero ha dado lugar a una generación de adictos y a su vez, ha atraído a médicos corruptos que de forma masiva han vendido prescripciones de medicamentos hasta en un máximo de 200 píldoras por receta, la mayoría en el sur de Florida.
La epidemia ha afectado a personas de todas las edades, pero es cada vez más prominente entre los adolescentes y adultos jóvenes.
Las imágenes de Michael Jackson y Heath Ledger, celebridades muertas por sobredosis de medicamentos recetados, son representados en mosaicos de pastillas realizados por el artista norteamericano Mecier Jason.
Ric Bradsaw, el alguacil de Palm Beach, dijo: "Hay una cultura que se está afianzando entre los adolescentes debido a que si un médico prescribe las píldoras no puede ser malo Los niños no tienen el temor hacia los productos farmacéuticos como el que sí tienen a las drogas ilegales.. "
Eleanor Hernández se inicó en el consuno de "oxies" cuando tenía 14 años."No tenía idea en absoluto de que era peligroso. Otras personas la estaban tomando para el dolor, así que ¿por qué me iba a preocupar?"
Su madre acababa de morir y Hernández descubrió que se sentía libre de preocupaciones cuando ella tomaba una pastilla."Se llevó el dolor de la muerte de mi madre, y físicamente también. Te adormece, te hace sentir como si estuvieras en una burbuja".
A los 15 Hernández estaba vendiendo oxicodona en el parque y en las calles, para hacer dinero y pagar su propio hábito.Era una espiral descendente.Ella estaba dentro y fuera de las clínicas de rehabilitación, dentro y fuera de la custodia. Entonces ella tuvo una sobredosis en dos ocasiones y en ambas ocasiones fue resucitada en el hospital.
Sin embargo, Hernández fue uno de los afortunados. Ahora tiene 20 años, trabaja en un centro de tratamiento para ayudar a superar la adicción en jóvenes de 14 a 17 años de edad."Hoy día, doy gracias a Dios que he encontrado ayuda, porque si no la hubiera recibido, probablemente no estaría aquí."
Rico Perry no encontró ayuda. Murió a los 21 años por un cóctel de oxycodone, drogas ilegales y otras prescripciones. Comenzó a tomar píldoras por prescripción, tres años antes, en su último año en la escuela secundaria. El confió a su madre que tenía un problema de drogas y se fue a rehabilitación.
El estuvo limpio por un año, pero luego, sin que sus padres se dieran cuenta, volvió a caer, obtenía oxicodona de tres médicos distintos. Una vez tuvo una sobredosis, pero continuó con el uso de la droga. La primera ves que Karen supo que su hijo había vuelto a las pastillas fue cuando dos agentes llamaron a su puerta a las 2 am para decirle que estaba muerto.
Ahora, como Hernández, Perry busca consuelo ayudando a otros a evitar el destino que tuvo su hijo. Dirige el grupo de Educación y Prevención de Sobredosis de Narcóticos de Florida. Junto a la Sociedad Americana de Médicos de Tratamiento del Dolor está luchando para convencer al Estado de establecer una base de datos de monitoreo que permitan a las autoridades policiales y médicas identificar el lugar de procedencia de la oxicodona, y a su vez identificar y cerrar las fábricas de la píldora. Aunque Florida es el epicentro de la epidemia de oxicodona, un 98% de todos los médicos del país que se ocupan de la droga se encuentran aquí, es sorprendente que el Estado no tenga uan base de datos completa del historial de las prescripciones médicas.
Es aún más sorprendente que su gobernador -recién electo- Rick Scott, el favorito del Tea Party ha bloqueado el desarrollo de una base de datos por razones de costo.
Eso hace que Perry vea rojo."¡El costo! ¡Por el amor de Dios! ¿Cuál es el costo de una vida humana?"
La policía está aún más desconcertada. Señalan que la falta de regulación en Florida. ha permitido que 'los molinos de píldoras' florezcan.
Eric Coleman, un detective de narcóticos en Palm Beach, dijo que el costo real del desastre de la oxicodona en Florida es mayor muchas veces que el costo de la base de datos y todos los costos relacionados con la crisis sumados -los subsidios estatales para prescripciones o recetas médicas, todo el sistema policíaco y de encarcelación de los adictos, las visitas al hospital de los que mueren por sobredosis, las autopsias y los entierros para los pobres.
La fuerza policia de Palm Beach tiene bajo vigilancia constante a muchas de las fábricas de píldoras y constantemente los cierra. El año pasado 33 profesionales de la salud fueron detenidos en Palm Beach y a varios se les ha revocado las licencias médicas.
Sin embargo, la policía sabe que hasta que se implemente un sistema de seguimiento adecuado, la represión que están llevando a cabo sólo desplazará el problema. Las fábricas de píldora están apareciendo en otras partes de Florida, cerca de Tampa y Orlando, así como los médicos de los molino de píldora' se están moviendo a otros pastos.
"Esta crisis va a empeorar antes de mejorar", dice Coleman."Es desgarrador ver a todas las familias destrozadas, las vidas de los jóvenes terminada, el daño que estos médicos hacen -la estimada profesión honorable en que confiamos, que está para cuidar de nosotros -. Eso está quedando atrás"
Fuente: the Guardian
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