Unos se arriesgan por el río Suchiate, en la frontera México-Guatemala, por el que también pasan productos mexicanos -para no pagar impuestos- con destino al mercado guatemalteco; en estas aguas se planea levantar un muro fronterizo con el fin de impedir tanto el contrabando como el paso de inmigrantes ilegales. A diario, hombres y mujeres contados por decenas se enfrentan a las fuertes corrientes del Suchiate, que en algunos tramos dobla los cuerpos delgados que entran y salen, trasladando pesadas cargas en la espalda. Mientras tanto en la orilla, los 'coyotes' (apodo en Guatemala y en Centroamérica de los hombres dedicados a ayudar -previa remuneración- a pasar ilegalmente a los migrantes por la frontera mexicana hasta los Estados Unidos) tratan de convencer que atraviesen las aguas a aquellos con miedo de morir ahogados por no saber nadar.
Estos 'coyotes' "cuestan a los familiares unos dos mil dólares. Pero si no pueden pagar, entonces, uno de los 'Zetas' (brazo armado del cartel del Golfo), conocido como 'el carnicero' se encarga de matarlos, cortarlos en pedazos, meterlos en un barril y encenderlo", explicaron los periodistas Edu Ponces (español) y Óscar Martínez (salvadoreño), quienes por más de un año realizaron la travesía emprendida por los migrantes, para aglutinar dicha experiencia en un proyecto llamado "En el camino", un trabajo que incluye 123 imágenes y un libro de crónicas expuestos en Madrid, en el mes de octubre del 2010.
El nuevo muro a ser ubicado en el río, según la CDNH, empeorará la situación de la población migrante, siempre sometida a perennes necesidades y decidida a buscar destinos menos penosos, por lo que insistirán en pasar al otro lado una y otra vez con muro o sin muro, y así encontrar oportunidades de empleo y un futuro para sus familias... Erick Maldonado, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala aseguró, que levantar una muralla "no evitará que las personas crucen la frontera" ya que "siempre logran pasar en nuevos puntos ciegos que carecen de controles migratorios y de seguridad, lo cual implica mayores riesgos".
TIJUANA, México, oct. 30, 2009.-Grupos de defensa de los Derechos Humanos colocando 5,100 cruces en el muro que divide la frontera entre México y Estados Unidos para recordar a los migrantes que han fallecido al tratar de cruzar hacia el país del norte.
Pero pasar el río Suchiate no es el fin de la ruta, el resto del camino se hará escondidos en autobuses o camiones, a pie o en tren, para cruzar todo México desde el sur hasta el norte, ya sea migrantes que entren por su cuenta o confiando -previo pago- en los 'polleros', persona encargada de internarse clandestinamente por los senderos, rumbo a los "esteits", cuyo nombre se debe a que los 'migrantes o pollos' avanzan en fila india detrás del guía. Los 'polleros' son traficantes de personas implicadas "con redes de agentes y funcionarios cómplices de diferentes niveles", así lo advirtió Juan Artola, representante en México de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Cerca de 5.000 kilómetros dentro de México, transbordando un promedio de ocho trenes hasta llegar a la frontera de destino es lo que tienen que recorrer los migrantes, en su mayoría centroamericanos, y es en este recorrido donde sufren las peores vejaciones y violaciones de los derechos humanos, más que en la frontera de EEUU pues, a pesar de que allí existe una política de inmigración dura, hay un mayor control de las autoridades y unas condiciones más normalizadas.
Las siguientes imágenes fueron tomadas de la web Foreign Policy, y pertenecen a la página del fotoperiodista ecuatoriano Felipe Jácome Marchán, quien realizó en el 2007 una excelente investigación gráfica, montado durante dos meses sobre el tren de carga mexicano que transporta a los 'sin papeles' por la ruta del migrante. En la página de Felipe Jácome podrás ver más imágenes.
Los que entran por su cuenta van a pie. Este hombre estuvo caminando 9 días por la espesura de arbustos y zarzales para llegar a la ciudad más cercana y en su andar por la maleza se llagó los dos pies. Foto Copyright © 2010 Felipe Jácome Marchán.
Fotografía izquierda: "Descanso sobre el tren. En viajes hasta de 18 horas, a pesar del riesgo, es casi imposible no quedarse dormido". Chiapas, México. 2008. Fotos Copyright © 2010 Felipe Jácome Marchán.
Fotografía derecha: "Viajando en la boca de un vagón llamados "góndolas", los cuales son más seguros y permiten mayor resguardo de las inclemencias del clima, por los que se los cede mayormente a familias y a personas de la tercera edad". Fotos Copyright © 2010 Felipe Jácome Marchán.
Fotografía izquierda: "Yo vivo por mi madre y muero por mi barrio...Nací y crecí en los Ángeles donde entré a la Barrio 18. Fui deportado a Honduras por ser mara a pesar de nunca haber conocido el país de mis padres... No me adapté así que regreso a casa". Ciudad Ixtepec, Oaxaca, México.2007. Fotos Copyright © 2010 Felipe Jácome Marchán.
Fotografía derecha: "Escarlet" (uno de los muchos nombres que maneja) tiene 13 años. Viaja sola para encontrar a su madre en California. Ixtepec, Oaxaca, México. 2008. Fotos Copyright © 2010 Felipe Jácome Marchán.
Los medios de transporte más peligrosos para realizar la ruta del migrante son los tráiler de doble fondo y 'la bestia' o "Tren de la muerte". El fotoperiodista Felipe Jácome Marchan dice al respecto:
"..los migrantes al no poder viajar por carretera ni adentrarse en las poblaciones locales, se ven forzados a transitar por parajes remotos sobre el tren carguero que bifurca México desde hace casi un siglo. Sobre la ruta, son muchos los migrantes vencidos por los peligros del camino al morir asfixiados en los tráiler o perder sus miembros al caerse del tren... En la ruta del migrante —y sobre el tren específicamente— uno nunca sabe quién duerme a su lado, ni cuándo va a haber operativos militares, ni si una banda de maras asaltará el tren repartiendo machetazos, ni si las lluvias ocasionarán el descarrilamiento de los vagones… A mis espaldas, una chica renegaba su suerte al rodear una caseta de la policía migratoria en una carretera en Chiapas: “¡esos cabrones me violaron a mí a mi prima! … seguimos caminando”.
Un Informe Especial sobre los Casos de Secuestro en Contra de Migrantes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México, revela que en los cuatro estados más septentrionales de este país es donde más se da este delito, y que más de la mitad de los secuestros se producen en el tendido ferroviario; sólo los estados de Veracruz y Tabasco registran más de la mitad de todos los plagios producidos en todo el terrritorio mexicano. En los secuestros, las personas se ven sometidas a torturas y vejaciones de todo tipo con el objetivo de obtener información sobre sus familiares, para que envíen dinero por su rescate. También son habituales los abusos sexuales, así como el reclutamiento de personas que no pueden pagar sus rescates y de jóvenes para integrarlos a la red delictiva. O para otros objetivos, como la trata de personas y el tráfico de órganos. El informe señala que la impunidad es la nota predominante en estos casos.
El cartel de los Zetas, una de las organizaciones de narcotráfico más violentas de América Latina, controla las rutas y las bandas del tráfico de indocumentados en el sureste de México y la frontera de Tamaulipas con Estados Unidos desde al menos hace 10 años. Según la Wikipedia, este cartel se formó a partir de un grupo de militares que desertaron del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE), Grupo Anfibio de Fuerzas Especiales (GANFE) y de la Brigada de Fusileros Paracaidistas (BFP) del Ejército Mexicano, fundados en 1994 con motivo del levantamiento zapatista de Chiapas y único grupo antiguo de élite, entrenados por la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, comandos de asesoría militar de la Sayeret Matkal y de la GIGN francesa. Por tanto, con un altísimo entrenamiento de elite que incluyó manejo de armas sofisticadas y trabajo de contrainsurgencia.
Los criminales de los Zetas visten de negro, usan vehículos blindados y están conformados por pandillas reclutadas y suficientemente armadas a lo largo de por lo menos siete estados de México para traficar con drogas y personas. Dicha red de tráfico de seres humanos está muy bien organizada y articulada (vendedores de tacos y taxistas que vigilan, alcaldes, gobernadores y diputados, migrantes reclutados y obligados a delinquir para ellos), desde el traslado y ocultamiento de grupos de extranjeros sin documentos, hasta la estancia legal en el país, para lo cual los migrantes pagan entre 3 y 5 mil dólares en su intento por llegar a los Estados Unidos. Sin embargo, al final los indocumentados son extorsionados o asesinados si no cooperan. Al respecto, veáse este artículo de la matanza de Tamaulipas, en donde se analiza la versión oficial, la cual (según la noticia) deja muchos huecos informativos sospechosos. La organización delictiva ya mencionada, se asume como una empresa.
Tomado de http://www.sipse.com/noticias/17096-llevan-zetas-minucioso-registro-contable.html.
Norteamericanos que ayudan a los inmigrantes a no morir en el desierto, dejando agua y alimentos en los senderos más transitados de la frontera de México con los Estados Unidos. Foto del reportaje "Cuando ayudar es un delito", tomada de almamagazine.com
Los coyotes y "burreros" (los 'burreros' son personas contratadas para trasladar droga de un lugar a otro) dejan señales en el camino que permiten a los migrantes orientarse por el desierto en mitad de la noche; otros 'coyotes' abandonan a su suerte a los indocumentados, en pleno desierto.
El padre Alejandro Solalinde dirige un albergue en Ciudad Ixtepec. Cuando el fotoperiodista Felipe Jácome Marchán lo conoció en el 2005, en la vivienda del sacerdote sólo había un cuarto y una pequeña parcela de tierra sin valla. Ahora, él ha construido dormitorios para hombres y mujeres, gracias a las donaciones, entre ellas, una de Alemania. Este padre de 65 años es originario de Ciudad de México, y es un abierto defensor de los inmigrantes, lo que ha provocado la ira de los Zetas hasta el punto de ponerle precio a su cabeza. Otro sacerdote que también da albergue a los inmigrantes se encuentra en Acuyacan, Veracruz, su nombre es Eduardo Rodríguez Pérez, y regenta la 'Posada del Forastero Monseñor Guillermo Ranzahuer', en donde los viajeros ilegales reponen fuerzas para emprender de nuevo su marcha hacia el abismo.
Las migraciones siempre han existido y siempre existirán...
Rodrigo y Gabriela for The Sound Strike from Producciones Cimarrón on Vimeo. Los artistas adscritos a 'The Sound Strike', participan en el boicot internacional de Arizona a raíz de la aprobación de la SB1070, o ley Apoye nuestras fuerzas de orden púbico y los vecindarios seguros. "La SB1070, llamada también La Ley del odio, es una ley del estado de Arizona que criminiliza a los inmigrantes sin documentos y considera sospechosos de crímenes a todos los que por su aspecto puedan parecer inmigrantes, ya sean ciudadanos norteamericanos o inmigrantes legales o ilegales". Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_Arizona .
Exclusive Song for The Sound Strike "Coyote Song" by Bright Eyes. from Producciones Cimarrón on Vimeo. El "Coyote Song" pertenece a una exclusiva colección de canciones que están a la venta en "thesoundstrike.net / soundstrikesongs.php por 2 $." Con este dinero El Proyecto Florence, una organización sin fines de lucro, podrá seguir proporcionando ayuda legal gratuita a los inmigrantes atrapados en el sistema de detención y deportación en Arizona.
TABO, integrante del grupo The Black Eyed Peas, también se ha sumado al boicot convocado por 'The Sound Strike' contra la lucha de la ley SB1070. Su aporte lo hace a través de esta canción titulada 'One Heart one Beat' (Un Corazón, un latido).
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