Todos los años, desde mediados de julio hasta finales de agosto se celebra en Bregenz, a orillas del lago Constanza, uno de los Festivales de verano de música clásica más originales que se hayan visto. Este Festival -caracterizado por tener el mayor escenario flotante o lacustre de Europa- presenta óperas, conciertos y obras teatrales con grandiosos decorados, ante una tribuna al aire libre que tiene garantizada una perfecta audición gracias a un sofisticado sistema de sonido.
Bregenz, una ciudad de aproximadamente 25.000 habitantes, ubicada al oeste de Austria, en la frontera de Alemania y Suiza, acoge cada año, durante un mes, a 12.000 personas que van a disfrutar las puestas en escena montadas desde el año 2003 por el director artístico del teatro, el británico David Pountney quien también hace uso de increíbles efectos especiales.
Este año, el escenario principal del Festival estuvo inspirado en el cuadro de Jaques-Louis David “La muerte de Marat”, y sobre las maravillosas tablas del inigualable teatro de Begenz se representará la ópera de Umberto Giordano titulada “Andrea Chénier” basada en la vida del poeta homónimo gillotinado durante la Revolución Francesa. Desde los ojos de Marat a través de su cuello y hombro se despliega una enorme escalera. A su izquierda, como si fuese sacado del cuento 'Alicia en el País de las Maravillas', un libro abierto de gigantes proporcionas tiene escrito poemas de Chénier; a su derecha, un gran espejo dorado, sobre el cual se proyectan imágenes.
La ópera Aida fue representada bajo la sombra de la Estatua de la Libertad; Il Trovatore, en una refinería de petróleo amenazada por terroristas, y Tosca, bajo la vigilancia de un ojo gigante.
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