viernes, 29 de abril de 2011
Eduardo Galeano
Insomnio y afasia
No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.
Dónde encontrar la utopía
La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.
La mordida de la justicia
La justicia es como las serpientes, sólo muerde a los descalzos.La educación no alcanza
Un viejo proverbio enseña que mejor que dar pescado es enseñar a pescar.
El obispo Pedro Casaldáliga, que no nació en América pero la conoce por dentro, dice que sí, que eso está muy bien, muy buena idea, pero ¿qué pasa si nos envenenan el río? ¿O si alguien compra el río, que era de todos, y nos prohíbe pescar? O sea: ¿qué pasa si pasa lo que está pasando?
La educación no alcanza.
El obispo Pedro Casaldáliga, que no nació en América pero la conoce por dentro, dice que sí, que eso está muy bien, muy buena idea, pero ¿qué pasa si nos envenenan el río? ¿O si alguien compra el río, que era de todos, y nos prohíbe pescar? O sea: ¿qué pasa si pasa lo que está pasando?
La educación no alcanza.
Armada mía
Juan Antonio Medina estaba sentado en su casa, viendo televisión.
La publicidad no le había merecido nunca una opinión muy favorable, que digamos; pero escuchó un anuncio que se abría con una frase que no estaba nada mal:
–Mujer amada es mujer segura.
Las imágenes que seguían eran revólveres y pistolas de menudo tamaño, dagas de resorte, pulverizadores que dejaban al enemigo frito en el suelo y otros adminículos portátiles, de tamaño adecuado para la cartera de la dama en tiempos difíciles.
Entonces, Juan Antonio se dio cuenta de que había escuchado mal. El anuncio había dicho:
–Mujer armada es mujer segura.
La publicidad no le había merecido nunca una opinión muy favorable, que digamos; pero escuchó un anuncio que se abría con una frase que no estaba nada mal:
–Mujer amada es mujer segura.
Las imágenes que seguían eran revólveres y pistolas de menudo tamaño, dagas de resorte, pulverizadores que dejaban al enemigo frito en el suelo y otros adminículos portátiles, de tamaño adecuado para la cartera de la dama en tiempos difíciles.
Entonces, Juan Antonio se dio cuenta de que había escuchado mal. El anuncio había dicho:
–Mujer armada es mujer segura.
La comunidad internacional
El pollo, el pato, el pavo, el faisán, la codorniz y la perdiz fueron convocados y viajaron hasta la cumbre.
El cocinero del rey les dio la bienvenida:
–Os he llamado –explicó– para que me digáis con qué salsa queréis ser comidos.
Una de las aves se atrevió a decir:
–Yo no quiero ser comida de ninguna manera.
Y el cocinero puso las cosas en su lugar:
–Eso está fuera de la cuestión.
El cocinero del rey les dio la bienvenida:
–Os he llamado –explicó– para que me digáis con qué salsa queréis ser comidos.
Una de las aves se atrevió a decir:
–Yo no quiero ser comida de ninguna manera.
Y el cocinero puso las cosas en su lugar:
–Eso está fuera de la cuestión.
El experto internacional
Escuché esta historia en diversos lugares, atribuida a diferentes personas, por lo que sospecho que cualquier parecido con la realidad ha de ser mera coincidencia.
He aquí la versión que recibí en la Dominicana.
Piaban los niños y los pollitos alrededor de doña María de las Mercedes, que cloqueando arrojaba granos de maíz a sus gallinas. En eso estaba ella, aquel día como todos los días, cuando un automóvil emergió, resplandeciente, desde una nube de polvo en el camino que venía de Santo Domingo.
Un señor de traje y corbata, maletín en mano, le preguntó:
–Si yo le digo, exactamente, cuántas gallinas tiene, ¿usted me da una?
Ella hizo una mueca.He aquí la versión que recibí en la Dominicana.
Piaban los niños y los pollitos alrededor de doña María de las Mercedes, que cloqueando arrojaba granos de maíz a sus gallinas. En eso estaba ella, aquel día como todos los días, cuando un automóvil emergió, resplandeciente, desde una nube de polvo en el camino que venía de Santo Domingo.
Un señor de traje y corbata, maletín en mano, le preguntó:
–Si yo le digo, exactamente, cuántas gallinas tiene, ¿usted me da una?
Y acto seguido él encendió su computadora Pentium IV de l.5 GB, activó el GPS, se conectó por teléfono celular con el sistema de fotos satelitales y puso en funcionamiento el contador de pixels:
–Usted tiene ciento treinta y dos gallinas.
Y atrapó una y la apretó entre los brazos.
Entonces, doña María de las Mercedes Holmes le preguntó:–Si yo le digo en qué trabaja usted, ¿me devuelve la gallina?
El hizo una mueca.
Y ella dijo:
–Usted es un experto de una organización internacional.
Recuperó su gallina y explicó que era fácil, cualquiera se daba cuenta:
–Usted vino sin que nadie lo llamara, se metió en mi gallinero sin pedir permiso, me dijo algo que yo ya sabía y me cobró por eso.
–Usted tiene ciento treinta y dos gallinas.
Y atrapó una y la apretó entre los brazos.
Entonces, doña María de las Mercedes Holmes le preguntó:–Si yo le digo en qué trabaja usted, ¿me devuelve la gallina?
El hizo una mueca.
Y ella dijo:
–Usted es un experto de una organización internacional.
Recuperó su gallina y explicó que era fácil, cualquiera se daba cuenta:
–Usted vino sin que nadie lo llamara, se metió en mi gallinero sin pedir permiso, me dijo algo que yo ya sabía y me cobró por eso.
Costumbres
Un candidato de las fuerzas de izquierda llegó al pueblo de San Ignacio, en Honduras, durante la campaña electoral de 1997.
El orador trepó a la escalera que hacía las veces de estrado y ante el escaso público proclamó que la izquierda no soborna al pueblo, no vende favores a cambio de votos:
–¡Nosotros no damos comida! ¡No damos empleos! ¡No damos dinero!
–¿Y qué mierda dan, entonces? –preguntó un borrachito, recién despertado de su siesta bajo un árbol de la plaza.
El orador trepó a la escalera que hacía las veces de estrado y ante el escaso público proclamó que la izquierda no soborna al pueblo, no vende favores a cambio de votos:
–¡Nosotros no damos comida! ¡No damos empleos! ¡No damos dinero!
–¿Y qué mierda dan, entonces? –preguntó un borrachito, recién despertado de su siesta bajo un árbol de la plaza.
Tradiciones
La palabra y el acto no se habían encontrado nunca.
Cuando la palabra decía sí, el acto hacía no.
Cuando la palabra decía no, el acto hacía sí.
Cuando la palabra decía más o menos, el acto hacía menos o más.
Un día, la palabra y el acto se cruzaron en la calle.
Como no se conocían, no se reconocieron.
Como no se reconocieron, no se saludaron.
Cuando la palabra decía sí, el acto hacía no.
Cuando la palabra decía no, el acto hacía sí.
Cuando la palabra decía más o menos, el acto hacía menos o más.
Un día, la palabra y el acto se cruzaron en la calle.
Como no se conocían, no se reconocieron.
Como no se reconocieron, no se saludaron.
Rumbos
Andaba yo perdido en las calles de Cádiz, por obra y gracia de mi agudo sentido de la desorientación, cuando un buen hombre me salvó.
El me indicó cómo llegar al mercado viejo, y a cualquier otro destino en los caminos del mundo:
–Tú haz lo que la calle te diga.
El me indicó cómo llegar al mercado viejo, y a cualquier otro destino en los caminos del mundo:
–Tú haz lo que la calle te diga.
Petición
Arránqueme, señora, las ropas y las dudas. Desnúdeme, desnúdeme.
Ocho frases que Eduardo Galeano vió en paredes de distintos lugares del mundo y recogió en sus libros.
- Todos prometen y nadie cumple. Vote por nadie.
- !Proletarios de todos los países, uníos! (Último aviso)
- Estamos aquí sentados, mirando cómo nos matan los sueños.
- Ayude a la policía: tortúrese.
- La droga produce amnesia y otras cosas que no recuerdo.
- Bienaventurados los borrachos, porque ellos verán a Dios dos veces.
-!Basta de hechos! !Queremos promesas!
- La esperanza es lo último que se perdió.
Link Literato, Wikiquote, Facebook, El Libro de los Abrazos, Asimov.
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Eduardo Galeano
Cuando no dormimos bien algunas neuronas se apagan al estar despiertos
Si tardas media hora buscando las llaves y las tienes en los bolsillos o si enloqueces tratando de encontar los lentes correctivos y están sobre tu cabeza o colgados de tu cuello, si has tirado a la basura el papel con un importante teléfono que acabas de anotar, o si has metido en la nevera algo inusual que no va allí y que va en la despensa, el café por ejemplo, no te alarmes, no estás experimentando episodios prematuros de demencia senil o el preludio del alzhéimer.
Seguramente lo que pasa contigo es que no descansas de acuerdo a lo que necesita tu cuerpo por lo que tu cerebro se está «durmiendo» como un mecanismo de protección. Así lo afirmaron investigadores de la Universidad de Wisconsin (Estados Unidos) en la revista «Nature» basados en experimentos con ratas a las que obligaron a permanecer despiertas por largos períodos de tiempo, cuyas sondas mostraron áreas de 'sueño local', a pesar de que las ratas parecían estar despiertas y activas. Las pruebas demostraron cómo algunas neuronas se «apagan» por cortos periodos de tiempo para hacer frente a la falta de descanso, aunque en la práctica estemos totalmente despiertos. Los efectos de la desconexión temporal de esos grupos de neuronas no son inofensivos, pueden traer graves consecuencias.Desde la reducción en la capacidad de atención, el rendimiento intelectual, hasta el deterioro de la capacidad de juicio que lleva a cometer errores con un costo muy elevado, y lo digo por experiencia ya que soy de las que permanecen despiertas hasta altas horas de la madrugada (actualmente me obligo a dormir entre 12 de la madrugada y 1 a.m. aunque lo haga a las 2 de la mañana y al día siguiente bote el dinero en la calle, o deje el pollo quien sabe en dónde, o las tarjetas de débito y el carnet de identidad, por contar lo más inofensivo ya que los despistes y la falta de reflejos en la carretera puede costarnos la vida, como casi me la costó a mi cuando me arrolló un auto por distraída. La psiquiatra Chiara Cirelli, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Winsconsin asegura muy interesante y es, que incluso antes antes de sentirse cansado tenemos en nuestro cerebro signos de alerta: «hay señales en el cerebro que nos avisan de que deberíamos dejar de realizar ciertas actividades de precisión que necesitarían un mayor estado de alerta».
Ahora me explico porque podemos dormirnos hasta con los ojos abiertos, cosa por cierto muy desagradable, y es que hasta ahora se creía que el dormir era un estado general del área cortical del cerebro, distinto al estado de vigilia mientras que la investigación llevada a cabo por los científicos de la universidad de Wisconsin y publicados en «Nature» muestran que podemos tener periodos de sueño localizados, mientras estamos despiertos pues, a través de encefalogramas se pudo comprobar que algunas neuronas permanecen activas, mientras otras se apagan en momentos en que la prueba y el comportamiento de los animales del laboratorio demostraron que permanecían despiertos.
Estar sin dormir apaga las neuronas
Los momentos en los que las neuronas estaban en «off» aumentaban en la medida que las ratas pasaban más tiempo despiertas. Sus habilidades también se iban al suelo en pruebas tan fáciles como intentar alcanzar un azucarillo con una de sus patas, y la mayoría de las veces sus intentos por conseguir su trofeo terminaba con el azucarillo por el piso y sin interés por alcanzarlo. En el laboratorio, en uno de los experimentos se vio que quedaban fuera de juego 20 neuronas y 18 permanecían «despiertas».
Gracias a este nuevo estudio se pueden localizar las neuronas responsables de los problemas de rendimiento que causa la falta de sueño; estas neuronas son precisamente aquellas que entran en estado de parálisis, hibernación momentánea o letargo. Cristopher Colwell, del Laboratorio del Sueño de la Universidad de California, en una editorial que acompaña a artículo dice estar muy sorprendido por la sencillez de esta nueva hipótesis y parafraseando a Oscar Wilde recuerda que la verdad científica «rara vez es pura y casi nunca simple». Colwell dice que «Y si fuera así, entonces debemos realizar una mirada más profunda del mecanismo fisiológico que gobierna los estados de "on y off", así como el papel de las moléculas neuromoduladoras que conectan a las neuronas entre esos dos estados».
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