El científico que ha soportado todo el peso de los ataques de los negacionistas del cambio climático -incluidas amenazas de muerte y acusaciones de malversación de fondos- está por devolver el golpe.
Michael E. Mann, creador del "palo de hockey", gráfico que ilustra los más recientes y rápidos aumentos de la temperatura global, publicará un libro el próximo mes, donde se detallan los "deshonestos y cínicos" métodos utilizados por aquellos que han tratado de invalidar sus conclusiones. El Hockey Stick o ' palo de hockey' y las guerras del clima, es una descripción sorprendente de un científico perseguido por tratar de decir la verdad.
Entre las tácticas utilizadas contra Mann se encuentra el robo y la publicación de correos electrónicos del 2009 que él había intercambiado con el científico del clima, el profesor Phil Jones de la Universidad de East Anglia. Seleccionaron versiones de estos correos, las distorsionaron y publicaron en Internet con el fin de socavar las conversaciones sobre el clima en la ONU que habrian de iniciarse en Copenhague unas semanas más tarde. Las negociaciones terminaron en fracaso. El científico de la Universidad de Penn State, M. E. Mann dijo que el uso de los mensajes de correo electrónico para acabar con las negociaciones del clima fue "un crimen contra la humanidad, un crimen contra el planeta".
En su libro, Mann advierte que "el discurso público está contaminado desde hace décadas por las cooporaciones, quienes han financiado la desinformación. No sólo con el cambio climático, sino con una serie de amenazas a la salud, al ambiente y a la sociedad". Las implicaciones para el planeta son desalentadoras, añadió.
Mann se convirtió en blanco de los negacionistas del cambio climatico porque su investigación reveló que ha habido un aumento reciente de casi 1°C en todo el mundo, un crecimiento que no tiene precedentes "durante al menos los últimos 1.000 años", y que se ha relacionado con la multiolicación de las emisiones de dióxido de carbono de los automóviles, las fábricas y centrales eléctricas. Muchos otros estudios apoyan este hallazgo, aunque los negacionistas del cambio climático siguen rechazando sus conclusiones.
La investigación de Mann enfureció particularmente a los negacionistas después que fue utilizada por el Panel intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas en uno de sus informes de evaluación, lo que hizo de él un blanco de los activistas negacionistas de derecha. Sin embargo, contó a The Observer, el científico de 46 años sólo entró en este campo de investigación por accidente. "Yo estaba interesado en las variaciones de las temperaturas de los océanos durante el último milenio, pero no había registros de estos cambios, así que tuve que encontrar formas de representarlos con medidas aproximadas: el crecimiento de coral, núcleos de hielo y los anillos de los árboles".
Mediante el estudio de éstas se dio cuenta que se podían rastrear las fluctuaciones de temperatura durante los últimos 1.000 años. El resultado fue una gráfica que mostró pequeñas oscilaciones en la temperatura durante cierto período, hasta que, hace unos 150 años, se produjo un salto repentino, una clara indicación de que las actividades humanas estaban involucradas en ello. Un colega le sugirió que la gráfica parecía un palo de hockey y el nombre se quedó. Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Nature en 1998. La vida de Mann cambió para siempre.
"El problema es que el gráfico de palo de hockey se convirtió en un icono y los negacionistas contaban con que si podían romper el icono, todo el concepto de calentamiento global sería destruido con él. Derribemos a Mike Mann y podemos derribar al IPCC, concluyeron. He descubierto que esta es una técnica clásica para el movimiento de los negacionistas ", y no me refiero sólo a aquellos que rechazan la idea de calentamiento global, sino aquellos que insisten en que el tabaco no causa cáncer o que la contaminación industrial no está relacionado con la lluvia ácida."
Un bombardeo de intimidación fue generado por un "pueblo Potemkin" de las fundaciones políticas, dijo Mann. Estos grupos fueron creados con financiación privada e incluían a Industries Koch, a la Fundación Scaife, agrupaciones que dieron a luz al Cato Institute, Estadounidenses por la prosperidad y el Instituto Heartland. Estos grupos bombardearon a Mann con solicitudes de Información mientras que al científico se le entregaba una citación judicial por el congresista republicano Joe Barton para acceder a su correspondencia. El supuesto objetivo era aclarar la situación. El verdadero objetivo era intimidar a Mann.
Adicionalmente, Mann había sido atacado por Ken Cuccinelli, el Procurador general republicano de Virginia, que hizo campaña para que el científico fuese despojado de sus credenciales académicas. Varios comités de investigación estudiaron la obra de Mann. Todos lo exoneraron.
Sin embargo, todo lo que Mann había hecho era publicar un estudio que sugiere, en términos prudentes, que la Tierra había comenzado a calentarse de forma inesperada en las últimas décadas.
"En una ocasión, tuve que llamar al FBI después de que me fue enviado un sobre con un polvo dentro", agregó Mann. "Resultó ser harina de maíz, pero de nuevo, el objetivo era la intimidación.
"Terminé con una cinta de seguridad policial en todas mis puertas y ventanas de la oficina. Esa es la vida de un científico del clima en los EE.UU. de hoy"
.
Mann insiste en que no se dará por vencido. "Tengo una hija de seis años de edad, y ella me recuerda por lo que estamos luchando". De hecho, Mann es generalmente optimista, e incitó a los científicos a tomar medidas con respecto a los negacionistas del cambio climático, con su petróleo y con los partidarios de la industria del carbón, los cuales se han pasado de la raya. Él hizo incapie en una reciente carta, firmada por 250 miembros de la Academia Nacional de Ciencia de los EE.UU., entre ellos 11 premios Nobel, y publicadores en Science. La carta advierte sobre los peligros de los actuales ataques contra los científicos del clima y llama a "poner fin al McCarthysmo, a las amenazas de enjuiciamiento penal en contra de nuestros colegas sobre la base de insinuaciones y la culpabilidad por asociación; el acoso a los científicos por parte de los políticos busca crear distracciones para evitar la adopción de medidas, y mentiras extendidas sobre ellos. "
"Palabras como esas me dan esperanza", dice Mann.
El palo de hockey y las guerras del clima será publicado por Columbia University Press en abril
Michael E. Mann, creador del "palo de hockey", gráfico que ilustra los más recientes y rápidos aumentos de la temperatura global, publicará un libro el próximo mes, donde se detallan los "deshonestos y cínicos" métodos utilizados por aquellos que han tratado de invalidar sus conclusiones. El Hockey Stick o ' palo de hockey' y las guerras del clima, es una descripción sorprendente de un científico perseguido por tratar de decir la verdad.
Entre las tácticas utilizadas contra Mann se encuentra el robo y la publicación de correos electrónicos del 2009 que él había intercambiado con el científico del clima, el profesor Phil Jones de la Universidad de East Anglia. Seleccionaron versiones de estos correos, las distorsionaron y publicaron en Internet con el fin de socavar las conversaciones sobre el clima en la ONU que habrian de iniciarse en Copenhague unas semanas más tarde. Las negociaciones terminaron en fracaso. El científico de la Universidad de Penn State, M. E. Mann dijo que el uso de los mensajes de correo electrónico para acabar con las negociaciones del clima fue "un crimen contra la humanidad, un crimen contra el planeta".
En su libro, Mann advierte que "el discurso público está contaminado desde hace décadas por las cooporaciones, quienes han financiado la desinformación. No sólo con el cambio climático, sino con una serie de amenazas a la salud, al ambiente y a la sociedad". Las implicaciones para el planeta son desalentadoras, añadió.
Mann se convirtió en blanco de los negacionistas del cambio climatico porque su investigación reveló que ha habido un aumento reciente de casi 1°C en todo el mundo, un crecimiento que no tiene precedentes "durante al menos los últimos 1.000 años", y que se ha relacionado con la multiolicación de las emisiones de dióxido de carbono de los automóviles, las fábricas y centrales eléctricas. Muchos otros estudios apoyan este hallazgo, aunque los negacionistas del cambio climático siguen rechazando sus conclusiones.
La investigación de Mann enfureció particularmente a los negacionistas después que fue utilizada por el Panel intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas en uno de sus informes de evaluación, lo que hizo de él un blanco de los activistas negacionistas de derecha. Sin embargo, contó a The Observer, el científico de 46 años sólo entró en este campo de investigación por accidente. "Yo estaba interesado en las variaciones de las temperaturas de los océanos durante el último milenio, pero no había registros de estos cambios, así que tuve que encontrar formas de representarlos con medidas aproximadas: el crecimiento de coral, núcleos de hielo y los anillos de los árboles".
Mediante el estudio de éstas se dio cuenta que se podían rastrear las fluctuaciones de temperatura durante los últimos 1.000 años. El resultado fue una gráfica que mostró pequeñas oscilaciones en la temperatura durante cierto período, hasta que, hace unos 150 años, se produjo un salto repentino, una clara indicación de que las actividades humanas estaban involucradas en ello. Un colega le sugirió que la gráfica parecía un palo de hockey y el nombre se quedó. Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Nature en 1998. La vida de Mann cambió para siempre.
"El problema es que el gráfico de palo de hockey se convirtió en un icono y los negacionistas contaban con que si podían romper el icono, todo el concepto de calentamiento global sería destruido con él. Derribemos a Mike Mann y podemos derribar al IPCC, concluyeron. He descubierto que esta es una técnica clásica para el movimiento de los negacionistas ", y no me refiero sólo a aquellos que rechazan la idea de calentamiento global, sino aquellos que insisten en que el tabaco no causa cáncer o que la contaminación industrial no está relacionado con la lluvia ácida."
Un bombardeo de intimidación fue generado por un "pueblo Potemkin" de las fundaciones políticas, dijo Mann. Estos grupos fueron creados con financiación privada e incluían a Industries Koch, a la Fundación Scaife, agrupaciones que dieron a luz al Cato Institute, Estadounidenses por la prosperidad y el Instituto Heartland. Estos grupos bombardearon a Mann con solicitudes de Información mientras que al científico se le entregaba una citación judicial por el congresista republicano Joe Barton para acceder a su correspondencia. El supuesto objetivo era aclarar la situación. El verdadero objetivo era intimidar a Mann.
Adicionalmente, Mann había sido atacado por Ken Cuccinelli, el Procurador general republicano de Virginia, que hizo campaña para que el científico fuese despojado de sus credenciales académicas. Varios comités de investigación estudiaron la obra de Mann. Todos lo exoneraron.
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Miles de correos electrónicos han sido enviados a Mann, muchos de ellos profundamente desagradables. "Usted y sus colegas ... deben ser fusilados, cortados en pedazos y hechado para alimentar a los cerdos, junto con toda su maldita familias", dijo uno. "Yo tendria la esperanza de ver un dia en las noticias que se habia suicidado", decía otro.Sin embargo, todo lo que Mann había hecho era publicar un estudio que sugiere, en términos prudentes, que la Tierra había comenzado a calentarse de forma inesperada en las últimas décadas.
"En una ocasión, tuve que llamar al FBI después de que me fue enviado un sobre con un polvo dentro", agregó Mann. "Resultó ser harina de maíz, pero de nuevo, el objetivo era la intimidación.
"Terminé con una cinta de seguridad policial en todas mis puertas y ventanas de la oficina. Esa es la vida de un científico del clima en los EE.UU. de hoy"
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Mann insiste en que no se dará por vencido. "Tengo una hija de seis años de edad, y ella me recuerda por lo que estamos luchando". De hecho, Mann es generalmente optimista, e incitó a los científicos a tomar medidas con respecto a los negacionistas del cambio climático, con su petróleo y con los partidarios de la industria del carbón, los cuales se han pasado de la raya. Él hizo incapie en una reciente carta, firmada por 250 miembros de la Academia Nacional de Ciencia de los EE.UU., entre ellos 11 premios Nobel, y publicadores en Science. La carta advierte sobre los peligros de los actuales ataques contra los científicos del clima y llama a "poner fin al McCarthysmo, a las amenazas de enjuiciamiento penal en contra de nuestros colegas sobre la base de insinuaciones y la culpabilidad por asociación; el acoso a los científicos por parte de los políticos busca crear distracciones para evitar la adopción de medidas, y mentiras extendidas sobre ellos. "
"Palabras como esas me dan esperanza", dice Mann.
El palo de hockey y las guerras del clima será publicado por Columbia University Press en abril
Fuente: Traducción realizada por el
El Club de Las Neuronas Muertas de
The Guardian