El presidente francés, Nicolas Sarkozy, abrió este marte la reunión de figuras destacadas de Internet, previa a la cumbre del G8, con un llamamiento a "liberar la Red" y a aprovechar "esta revolución" para "mejorar la vida de los pueblos". "Algunos de los Estados más poderosos del mundo tienen que reconocer vuestro papel en la Historia", afirmó el presidente ante un millar de figuras destacadas de la red entre las que estaban el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, o el presidente de Google, Eric Schmdit.
En vísperas del encuentro que reunirá en la localidad gala de Deauville, al noroeste de Francia, a los jefes de Estado y Gobierno de las ocho potencias más industrializadas, Sarkozy señaló que "los Estados no quieren perder la oportunidad del progreso" que representa la Red para "reforzar la democracia, el diálogo social o la solidaridad".
Sarkozy otorgó a Internet la categoría de "revolución", pero aclaró que "a diferencia de otras del pasado que se gestaron en campos de batalla, ésta lo hizo en campus universitarios". "Vuestra acción se lee a escala de la Historia y se inscribe en una dinámica de civilización", aseguró el presidente galo, quien agregó que "los jefes de Estado y de Gobierno tienen que "acompañar esta revolución que nació en el corazón de la sociedad civil y que tiene un impacto directo en la vida de los Estados".
Promotor de este encuentro que se celebra en París durante dos días por primera vez, Sarkozy destacó que los jefes de Estado del G8, que recibirán las conclusiones del foro, tienen que afrontar "con humildad" el reto que supone Internet, un "cambio formidable que no ha terminado, que hay que tratar de entender o tomar el menor retraso posible".
Pese al enorme impacto de Internet, Sarkozy señaló que "los Gobiernos son los únicos representantes legítimos de la voluntad general" y advirtió de los riesgos de "caos y anarquía" que puede suponer olvidarlo. "Olvidarlo sería confundir populismo con democracia de opinión. La yuxtaposición de voluntades individuales no ha construido nunca una voluntad general", aseguró el presidente francés para justificar que en el mundo de Internet "los Gobiernos democráticos también tienen cosas que decir".
En este sentido, Sarkozy pidió una reflexión para que la Red favorezca el cobro de derechos de autor y se respete la propiedad intelectual, con el fin de que "la web no acabe con la creación".
El presidente galo reconoció la incidencia de Internet en las revueltas de Túnez y Egipto, pero agregó también el caso de Irán, porque "aunque no acabó con la salida del presidente fue el primer momento donde la red tuvo un papel considerable". Sarkozy indicó que "el Internet libre marca hoy la diferencia entre una dictadura y una democracia" y agregó que "aquellos que han tratado de cerrar la red se han puesto del lado de las dictaduras".
Convencido de que Internet avanzará en todo el mundo pese a que "no tiene banderas ni eslóganes", el presidente francés señaló que "la Red pertenece a todo el mundo".
El encuentro, en el que también participan el cofundador de Wikipedia Jimmy Wales, el responsable de Amazon, Jeff Bezos, o el magnate de los medios de comunicación, Rupert Murdoch, se cerrará mañana, cuando está previsto que se adopte un documento de resumen que será presentado en la cumbre de Deauville, el jueves y viernes próximo.
Fuente: 20 minutos
En vísperas del encuentro que reunirá en la localidad gala de Deauville, al noroeste de Francia, a los jefes de Estado y Gobierno de las ocho potencias más industrializadas, Sarkozy señaló que "los Estados no quieren perder la oportunidad del progreso" que representa la Red para "reforzar la democracia, el diálogo social o la solidaridad".
Sarkozy otorgó a Internet la categoría de "revolución", pero aclaró que "a diferencia de otras del pasado que se gestaron en campos de batalla, ésta lo hizo en campus universitarios". "Vuestra acción se lee a escala de la Historia y se inscribe en una dinámica de civilización", aseguró el presidente galo, quien agregó que "los jefes de Estado y de Gobierno tienen que "acompañar esta revolución que nació en el corazón de la sociedad civil y que tiene un impacto directo en la vida de los Estados".
Promotor de este encuentro que se celebra en París durante dos días por primera vez, Sarkozy destacó que los jefes de Estado del G8, que recibirán las conclusiones del foro, tienen que afrontar "con humildad" el reto que supone Internet, un "cambio formidable que no ha terminado, que hay que tratar de entender o tomar el menor retraso posible".
Pese al enorme impacto de Internet, Sarkozy señaló que "los Gobiernos son los únicos representantes legítimos de la voluntad general" y advirtió de los riesgos de "caos y anarquía" que puede suponer olvidarlo. "Olvidarlo sería confundir populismo con democracia de opinión. La yuxtaposición de voluntades individuales no ha construido nunca una voluntad general", aseguró el presidente francés para justificar que en el mundo de Internet "los Gobiernos democráticos también tienen cosas que decir".
En este sentido, Sarkozy pidió una reflexión para que la Red favorezca el cobro de derechos de autor y se respete la propiedad intelectual, con el fin de que "la web no acabe con la creación".
El presidente galo reconoció la incidencia de Internet en las revueltas de Túnez y Egipto, pero agregó también el caso de Irán, porque "aunque no acabó con la salida del presidente fue el primer momento donde la red tuvo un papel considerable". Sarkozy indicó que "el Internet libre marca hoy la diferencia entre una dictadura y una democracia" y agregó que "aquellos que han tratado de cerrar la red se han puesto del lado de las dictaduras".
Convencido de que Internet avanzará en todo el mundo pese a que "no tiene banderas ni eslóganes", el presidente francés señaló que "la Red pertenece a todo el mundo".
El encuentro, en el que también participan el cofundador de Wikipedia Jimmy Wales, el responsable de Amazon, Jeff Bezos, o el magnate de los medios de comunicación, Rupert Murdoch, se cerrará mañana, cuando está previsto que se adopte un documento de resumen que será presentado en la cumbre de Deauville, el jueves y viernes próximo.
Fuente: 20 minutos