"Con esos pantalones de maricón cómo vas a encontrar trabajo". Así dijo un policía a uno de los detenidos en la Plaza del Sol. Leer más en rollingstone.es Eran más o menos las cinco de la mañana cuando los antidisturbios del estado español asaltaron violentamente a los jóvenes que acampaban pacíficamente en la Puerta del Sol las fuerzas represivas enviadas -en esta ocasión- por el Presidente Zapatero, cumplían la orden de desalojar por las malas a los disconformes con el PP y el PSOE -éste último actual régimen de turno; ambos sistemas políticos que legalizan la nefasta Ley Sinde (la cual pretende controlar el acceso de los ciudadanos a cualquier contenido de Internet), y la corrupción de sus fichas políticas. La fuerzas zombies, perdón, represivas del (des-) gobierno del Zapatero arremetió a golpes, empujones, porrazos y a rastras por los pelos de los 'jóvenes sin futuro', instalados desde ayer de forma no violenta en esa plaza histórica. Aquellos que no tienen casa ni la tendrán y muchas personas sin oportunidades de trabajo ni de estudio ni de vida, es decir, aquellos que no están con el PP, el PSOE ni la IU se hicieron presentes en la madrugada cuando mucho de los campistas estaban durmiendo.
Esa fue la respuesta del gobierno español ante la legítima demanda de los jóvenes manifestantes.
La policía da incio al desalojo de los manifestantes que gritan "NO a la violencia". Imagen tomada de Punto Mag
Este policía parece decir: "defendemos a los que acampan para ver a Justin Bieber pero no a los que defienden sus derechos.." El movimiento "No les votes", "Democracia real ya", "Jóvenes sin futuro", y otras gentes sin alternativas de existencia también protestan por lo mismo que se protesta en mi país y en todo el planeta: la precariedad e insuficiencia laboral y salarial, la enseñanza deficiente en todos los niveles, los políticos corruptos, la manipulación informativa, los sindicatos vendidos, los recortes a la investigación y el desarrollo, la privatización de los derechos, la precarización de la educación, la sanidad y el trabajo.
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